¿Cuál es su opinión sobre la situación actual del sector del cannabis en mercados como el británico y el alemán, teniendo en cuenta que ustedes organizan eventos B2B para poner en contacto a empresas y crear sinergias para la industria y los pacientes en ambos países?

 

Los sectores del cannabis de Alemania y el Reino Unido están progresando, pero cada uno se enfrenta a sus propios retos a la hora de pasar de la voluntad política a la aplicación práctica. Ambos países se consideran a menudo puntos de referencia para Europa y, aunque se ha producido un verdadero impulso, la realidad sobre el terreno sigue siendo desigual.

 

En Alemania, las recientes reformas han atraído una amplia atención. La primera fase de la legalización, que permite el cultivo doméstico y el uso personal, ya está en marcha. Sin embargo, la segunda fase, que incluye programas piloto comerciales, aún no se ha puesto en marcha. El cannabis medicinal sigue siendo la columna vertebral del mercado. Alemania importó más de 72 toneladas de cannabis medicinal en 2024, lo que la convierte, con diferencia, en el mayor mercado de Europa. Pero el sistema dista mucho de estar exento de fricciones. Los pacientes siguen denunciando un acceso desigual, los precios siguen siendo volátiles y los prescriptores se enfrentan a menudo a obstáculos administrativos que ralentizan el tratamiento.

 

En cambio, el Reino Unido ha experimentado un aumento más tranquilo pero constante de su mercado de cannabis medicinal. El volumen de recetas se ha más que duplicado en el último año, y los productos cultivados en el país están entrando ahora en la cadena de suministro. Las clínicas se están expandiendo y el interés público crece. Sin embargo, la adopción general sigue siendo limitada. La mayoría de los médicos de cabecera siguen siendo reacios a recetar y el cannabis medicinal aún no está cubierto por el Sistema Nacional de Salud. El sector sigue operando en gran medida dentro del sistema sanitario privado, lo que crea problemas de acceso y asequibilidad para muchos pacientes.

 

Ambos países demuestran que los marcos jurídicos no bastan por sí solos. Las infraestructuras, la educación y la claridad normativa deben avanzar al mismo ritmo. Un tema recurrente en ambos mercados es el énfasis en la educación. Pero aunque los responsables políticos y las partes interesadas del sector la mencionan con regularidad, rara vez se apoya con los recursos necesarios para formar a los médicos o informar a los pacientes. Esta brecha entre la intención y la ejecución sigue socavando el progreso.

 

Lo que ambos mercados necesitan ahora es estabilidad y estructura. Para Alemania, esto significa plazos claros para los programas piloto y coherencia en la aplicación de las normativas federales y regionales. Para el Reino Unido, significa formalizar las normas de prescripción, crear confianza en la comunidad médica y garantizar que los pacientes no queden excluidos del acceso.

 

En última instancia, el Reino Unido y Alemania son fundamentales para determinar cómo se integra el cannabis en los sistemas sanitarios europeos. Pero para desempeñar ese papel, cada mercado debe centrarse menos en las reformas principales y más en los sistemas que hacen que el tratamiento sea eficaz. Esto incluye la coordinación de la cadena de suministro, la orientación clínica y la elaboración de políticas basadas en datos.

 

La oportunidad es real. Lo que importa ahora es la ejecución.

 

https://cannabis-europa.com/

https://www.maryjane-berlin.com/en/b2b 

https://prohibitionpartners.com/reports/the-european-cannabis-report-10th-edition.