¿Puedes explicarnos brevemente cuál es la función biológica del sistema endocannabinoide (ECS) en el organismo, cuál es su importancia terapéutica, y qué diferencias presenta entre unas personas y otras?
Sistema endocannabinoide
A lo largo de las últimas tres décadas hemos ido acumulando un abundante conocimiento acerca del sistema endocannabinoide (ECS). Sin embargo, la inmensa mayoría de estos estudios se ha realizado en ratones, por lo que todavía quedan dudas sobre su grado de extrapolación al ser humano. Los receptores cannabinoides CB1 y CB2 están presentes no sólo en nuestra especie sino también en todos los vertebrados y algunos de los invertebrados analizados hasta ahora.
De hecho, se cree que dichos receptores surgieron en la evolución de los animales hace muchísimo tiempo, en concreto unos 600 millones de años. Estos receptores sirven para controlar la comunicación química entre las neuronas y, quizás también, entre otras células del organismo.
Aunque no son necesarios para la supervivencia de un organismo, sí parecen serlo para que dicho organismo “viva bien”, es decir, para mantener su correcto funcionamiento y restaurarlo cuando existe tendencia a perderlo en diversas enfermedades. En pocas palabras, el SEC parece haber surgido en la evolución para ayudarnos a relajarnos, descansar, alimentarnos, olvidar lo traumático, elevar nuestro estado de ánimo (recordemos el término “anandamida”, es decir, “amida de la felicidad”, acuñado para definir el primer endocannabinoide descubierto) y, en general, protegernos de situaciones estresantes.
Cannabis como medicina
El cannabis se ha empleado en medicina desde hace milenios. Sin embargo, la utilización clínica de sus componentes activos (los cannabinoides) se encuentra hoy en día bastante restringida. En algunos países (por ejemplo, Estados Unidos) se permite la prescripción de cápsulas de THC (Marinol®, Syndros®) o el cannabinoide sintético nabilona (Cesamet®) para estimular el apetito e inhibir las náuseas y vómitos en pacientes de cáncer o sida tratados con agentes quimioterapéuticos.
En otros países (por ejemplo, los de la Unión Europea, incluida España) se puede utilizar un extracto botánico estandarizado con THC/CBD en ratio 1:1 (Sativex®) para el tratamiento de la espasticidad asociada a la esclerosis múltiple, así como un extracto botánico estandarizado altamente enriquecido en CBD (Epidiolex®) para el tratamiento de las convulsiones asociadas a algunos síndromes epilépticos pediátricos. Existen otras posibilidades terapéuticas de los cannabinoides que se hallan todavía en distintas fases de ensayos clínicos. Además, unos 40 países del mundo han implementado programas de dispensación de cannabis medicinal, destinados sobre todo al tratamiento paliativo del dolor crónico y a mejorar la calidad general de vida de pacientes con enfermedades altamente debilitantes.
Respuesta cannabinoide variable
Al igual que ocurre con otros fármacos y drogas, existen diferencias interindividuales en la respuesta a los cannabinoides. Algunos factores que parecen estar implicados en ello son la diversa capacidad de metabolizar los cannabinoides, los distintos niveles y patrones de distribución (por ejemplo, entre neuronas activadoras e inhibidoras) de los receptores cannabinoides y la existencia de polimorfismos genéticos en los receptores cannabinoides.
Además, los niveles de los receptores cannabinoides y otros elementos del ECS cambian en numerosas enfermedades, especialmente en algunas que (a) son difíciles de diagnosticar y tratar, (b) implican comorbilidad (es decir, más de una de ellas aparece simultáneamente en el mismo paciente) y (c) se caracterizan por una sensibilización del sistema nervioso central.
Ejemplos de ellas son la fibromialgia, la migraña, el trastorno de estrés postraumático, la depresión severa, la enfermedad inflamatoria intestinal y diversas neuropatías. Existen ciertas evidencias de que los cannabinoides podrían paliar, al menos en algunos pacientes, los síntomas asociados a estas enfermedades, tal vez permitiendo la “normalización” de una hipoactividad biológica del ECS inherente a ellas. Demostrar este concepto de “deficiencia endocannabinoide clínica” constituye un gran desafío para la futura investigación científico-clínica sobre cannabinoides.
Manuel Guzmán Pastor
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular
Universidad Complutense de Madrid