En Agropharm nos especializamos en optimizar entornos de cultivo de cannabis medicinal para maximizar el rendimiento y la calidad, al mismo tiempo que minimizamos el consumo energético. Nuestro equipo de expertos ayuda a productores agrícolas e inversores a crear condiciones de cultivo ideales en sus instalaciones. Comprender la línea de tiempo del cultivo de cannabis o el ciclo de vida de la planta de cannabis es fundamental para garantizar un desarrollo óptimo de la planta. Esta guía describe las etapas clave del crecimiento del cannabis, desde la propagación hasta la cosecha, y ofrece asesoramiento experto sobre cómo gestionar cada fase para lograr un cultivo exitoso. Analicemos las etapas clave del cultivo de cannabis para obtener resultados óptimos.
El proceso de cultivo de cannabis: una visión general
El proceso de cultivo de cannabis implica varias etapas críticas, cada una de ellas requiere cuidados específicos y atención al detalle para lograr un desarrollo óptimo. Desde el momento en que se siembra la semilla, esta atraviesa distintas fases de crecimiento, cada una con necesidades propias. Comprender la línea de tiempo del cultivo de cannabis ayuda a los cultivadores a planificar eficazmente y realizar ajustes en las condiciones ambientales, como la luz, la temperatura, la humedad y otros factores, así como considerar la interacción entre ellos para promover un crecimiento saludable.
En Agropharm reconocemos que cada etapa del crecimiento del cannabis desempeña un papel fundamental en el rendimiento y la calidad del producto final. Nuestro equipo ofrece asesoramiento experto para crear entornos óptimos y desarrollar instalaciones personalizadas que potencien cada fase del desarrollo del cannabis. Al colaborar con Agropharm, los cultivadores pueden asegurarse de que sus cultivos alcancen su máximo potencial, produciendo cannabis de alta calidad con un consumo energético mínimo.
Existen diversas metodologías y enfoques para el cultivo de cannabis medicinal, por lo que no existe un único procedimiento estricto. Sin embargo, se han establecido ciertos valores de referencia para las principales variables que afectan al cultivo, los cuales se consideran generalmente como un promedio aceptado entre los responsables de la producción.
Etapa 1: Propagación
Si el material inicial es una semilla, la propagación se conoce como propagación sexual y comienza con la germinación, la primera etapa crítica en la línea de tiempo del crecimiento del cannabis. Es cuando una semilla de cannabis comienza a brotar y convertirse en una planta joven. Esta fase suele durar entre 2 y 7 días, dependiendo de las condiciones ambientales y de la calidad de las semillas. Durante este tiempo, es esencial proporcionar la temperatura, la humedad y la luz adecuadas para garantizar una germinación exitosa.
Para una germinación óptima, las semillas deben mantenerse en un entorno cálido y húmedo. La temperatura ideal es de alrededor de 20-25 °C, con un nivel de humedad del 70-90 %. Esto permite alcanzar el VPD (déficit de presión de vapor) recomendado para esta etapa. Esto fomentará que las semillas broten sin riesgo de patógenos o deshidratación. La luz no es estrictamente necesaria en esta etapa, ya que las semillas dependen de la humedad y el calor para activar su crecimiento.
La industria del cannabis medicinal busca tener la mejor consistencia, estabilidad y homogeneidad posible en el producto final derivado de los distintos lotes. Las empresas de cannabis medicinal que operan comercialmente tienden a utilizar clones como material inicial. Sin embargo, hay empresas que están empezando a desarrollar híbridos F1 que permiten que las plantas cultivadas a partir de semillas sean casi completamente idénticas. El cannabis F1 comercial actual suele ser citado por los criadores como un 95–99 % uniforme en los rasgos objetivo (quimiotipo, morfología), aunque no al 100 %.
Cuando el material inicial es un clon tomado como un esqueje de una planta madre seleccionada (elegida para producir descendencia genéticamente idéntica), el proceso se conoce como propagación vegetativa. En este método, los esquejes de plantas madre sanas y libres de plagas se enraízan bajo condiciones controladas: 22–26 °C, 70–85 % de humedad relativa y 100–250 µmol m⁻² s⁻¹ de luz con un fotoperiodo de 18–24 h. Mantener zonas de raíces cálidas (23–25 °C), alta humedad y luz moderada reduce el estrés y favorece un rápido desarrollo de callo y raíces, dando como resultado plantas jóvenes vigorosas listas para la fase vegetativa o de floración.
Además, existe otro tipo de propagación vegetativa llamada propagación in vitro. La propagación de cannabis consiste en cultivar pequeños explantos tomados de plantas madre sanas bajo condiciones estériles en medios nutritivos suplementados con reguladores del crecimiento vegetal. Los cultivos se mantienen a 22–26 °C, con 40–60 % de humedad relativa (casi 100 % dentro de los recipientes) y una intensidad lumínica baja a moderada de 30–60 µmol m⁻² s⁻¹ con un fotoperiodo de 16 horas. Esta técnica permite la rápida multiplicación de plantas uniformes y libres de enfermedades, favorece la preservación genética a largo plazo y reduce el riesgo de plagas y patógenos en comparación con la propagación tradicional por clonación.
Agropharm aconseja a los cultivadores utilizar entornos controlados, como instalaciones de propagación especialmente diseñadas, para regular estas condiciones. Nuestro equipo ayuda a diseñar y construir instalaciones que mantengan la temperatura y la humedad ideales, maximizando las tasas de éxito de la propagación y minimizando el consumo energético.
Etapa 2: Fase de planta juvenil (plántula o clon).
Una vez que la semilla de cannabis medicinal ha germinado (plántula) o que el clon comienza a enraizar, entra en una fase crucial para el desarrollo temprano de la planta. Durante esta etapa, la planta juvenil empieza a desarrollar sus primeras hojas verdaderas, establecer raíces y construir una base sólida para su crecimiento futuro. Esta fase suele durar entre 2 y 3 semanas y es vital proporcionar un cuidado óptimo para asegurar que la planta prospere.
En esta etapa, las plantas de cannabis requieren un ciclo de luz de 18 a 24 horas de luz al día para promover un crecimiento saludable. La luz debe ser brillante pero no demasiado intensa, ya que las plantas jóvenes pueden ser sensibles a un exceso de luz. La temperatura debe mantenerse alrededor de 22–26 °C y los niveles de humedad deben mantenerse en 65–70 %, alcanzando el VPD recomendado. También es esencial contar con una circulación de aire adecuada para prevenir patógenos como el moho y el mildiu, que pueden dañar a las plantas juveniles delicadas.
El sistema radicular comienza a expandirse durante esta etapa, y unas raíces fuertes y saludables son fundamentales para la capacidad de la planta de absorber nutrientes y agua en las etapas posteriores del crecimiento, independientemente del medio de cultivo seleccionado.
Para favorecer esto, Agropharm recomienda utilizar entornos controlados, como instalaciones de propagación diseñadas específicamente que puedan regular tanto la luz como la humedad, y por lo tanto el VPD (déficit de presión de vapor). Estos sistemas garantizan que las plántulas reciban las condiciones más ideales, preparándolas para el éxito a medida que avanzan hacia la fase vegetativa.
La etapa de planta juvenil es un componente importante en la línea de tiempo del cultivo de cannabis, y mantener las condiciones adecuadas dará como resultado plantas más fuertes que estarán listas para progresar a la siguiente fase.
Etapa 3: Fase vegetativa
La fase vegetativa es cuando las plantas de cannabis medicinal comienzan a crecer de forma vigorosa. Durante esta etapa, la planta se centra en desarrollar su estructura, formando hojas, tallos y raíces. La duración de la fase vegetativa puede variar, pero suele durar entre 2 y 6 semanas, dependiendo de la metodología deseada en relación con el tamaño de la planta, la genética y los factores ambientales. Esta es una etapa crítica para establecer una planta sana y robusta que pueda producir cogollos fuertes más adelante en la fase de floración.
Durante la fase vegetativa, las plantas de cannabis requieren una gran cantidad de luz. El ciclo de luz ideal es de 18 a 24 horas de luz al día. La luz de alta intensidad ayuda a promover el crecimiento de hojas y ramas, que son esenciales para captar la luz solar y/o la luz suplementaria para la fotosíntesis. La temperatura debe mantenerse entre 22 y 28 °C, y los niveles de humedad deben oscilar entre el 40 y el 60 % para alcanzar el VPD correspondiente. Una recirculación de aire adecuada es crucial durante esta etapa para garantizar que las plantas se mantengan sanas y prevenir enfermedades.
Las plantas también necesitarán un aumento de nutrientes durante esta etapa. El nitrógeno es particularmente importante para apoyar el desarrollo de hojas verdes y frondosas. Además, una mezcla equilibrada de nutrientes ayudará a asegurar que las plantas tengan todos los minerales que necesitan para un crecimiento óptimo. La experiencia de Agropharm en el diseño y la construcción de instalaciones de cultivo puede ayudar a proporcionar sistemas de fertirrigación y entornos de cultivo personalizados que contribuyan a maximizar los rendimientos de los cultivos mientras se minimiza la huella energética.
Al mantener condiciones óptimas durante la fase vegetativa, las plantas desarrollarán una base sólida que apoyará una floración saludable y un mayor rendimiento durante las etapas posteriores del ciclo de cultivo del cannabis.
También es interesante mencionar que existen algunas metodologías de cultivo que omiten la fase vegetativa, pasando directamente de una propagación prolongada a la fase de floración.
Etapa 4: Fase de floración
La fase de floración es la etapa más crítica del crecimiento del cannabis medicinal, donde la planta cambia su enfoque del crecimiento vegetativo a la producción de cogollos. Esta fase suele comenzar cuando la planta está expuesta a un ciclo de luz mínimo de 12 horas y dura entre 6 y 12 semanas, dependiendo de la metodología de cultivo seleccionada, la variedad y las condiciones ambientales. Durante este período, la energía de la planta se dirige al desarrollo de sus flores (o cogollos), que contienen los perfiles de cannabinoides y terpenos que son valorados por los cultivadores y pacientes de cannabis medicinal.
Consideraciones ambientales para la fase de floración
A medida que la planta comienza a florecer, los factores ambientales se vuelven aún más cruciales. Los ciclos de luz deben controlarse con precisión para simular los cambios naturales en la duración del día. Existen diferentes enfoques, dependiendo de factores como la genética. Un ciclo de luz/oscuridad de 12/12 es ideal para estimular la floración, aunque algunas variedades se adaptan mejor a proporciones ligeramente distintas; con el periodo de luz ocurriendo durante el “día” (luces encendidas) y oscuridad completa durante la “noche” (horas de oscuridad). Durante este tiempo, la temperatura debe mantenerse entre 20 y 26 °C, con una humedad ligeramente menor (40-50 %) para evitar el desarrollo de moho y mildiu en los cogollos. Esta es la fase más delicada para prevenir enfermedades como Botrytis cinerea (forma asexual del hongo conocido como moho gris) o Botryotinia fuckeliana (forma sexual de ese mismo hongo).
Una circulación de aire adecuada también es fundamental, ya que ayuda a asegurar que los cogollos reciban suficiente oxígeno y evita la acumulación excesiva de humedad durante la evapotranspiración foliar, lo que puede provocar infecciones fúngicas. Agropharm recomienda construir una instalación completamente optimizada con sistemas de control climático (HVAC) diseñados específicamente para la fase de floración, asegurando que la temperatura, la humedad y la circulación del aire se mantengan siempre en niveles óptimos para obtener la mejor calidad de cultivo posible, manteniendo así el VPD adecuado tanto en la fase inicial como en la fase tardía de floración.
Requisitos de nutrientes y riego
Durante la fase de floración, las necesidades nutricionales de la planta de cannabis cambian. Aunque el nitrógeno sigue siendo importante, el fósforo y el potasio se vuelven más críticos para favorecer el desarrollo de los cogollos y la formación de flores. El fósforo contribuye al desarrollo de las raíces y a la transferencia de energía, mientras que el potasio refuerza la estructura general de la planta, mejorando su resistencia a las enfermedades y apoyando el desarrollo de los cogollos.
La fertirrigación durante esta etapa debe ser constante, pero no excesiva. El exceso de riego puede estresar la planta y provocar pudrición radicular, lo que afecta negativamente la calidad de los cogollos y la salud general de la planta. Es esencial, dependiendo de las características del medio de cultivo, conocer la metodología de fertirrigación precisa para favorecer sistemas radiculares saludables y plantas vigorosas.
Al gestionar cuidadosamente la fase de floración, las plantas de cannabis medicinal pueden producir flores de cannabis de alta calidad, estables y potentes, que cumplan con los estándares de mercado deseados. Esta etapa es crucial para maximizar el rendimiento y la potencia del producto final, por lo que contar con el entorno y la gestión adecuados resulta esencial para el éxito.
Etapa 5: Cosecha
La etapa de cosecha es el paso final en la línea de tiempo del cultivo de cannabis, donde el momento adecuado es esencial para garantizar que la planta de cannabis medicinal esté en su punto máximo de perfil de cannabinoides y terpenos. El momento de la cosecha es crítico. Si es demasiado temprano, la planta puede no haber desarrollado niveles completos de cannabinoides; pero, si es demasiado tarde, las flores pueden comenzar a degradarse en calidad.
Identificación del momento adecuado para la cosecha
El mejor momento para cosechar es cuando los tricomas (las diminutas glándulas resinosas en los cogollos) están de color turbio o lechoso, con algunos volviéndose ámbar. Esta observación indica, aproximadamente, que la planta ha alcanzado sus niveles máximos para los rasgos deseados. Otra señal son los pistilos (los filamentos blancos en las flores), que deben cambiar de blanco a marrón o naranja a medida que maduran. Verificar tanto los tricomas como los pistilos garantiza que el cannabis se coseche en el momento óptimo durante su ciclo de vida.
Técnicas de cosecha
La cosecha generalmente comienza cortando las ramas que contienen las flores más maduras. Las flores deben secarse y recortarse. Dependiendo de la metodología de posprocesado, las flores pueden separarse de las ramas como biomasa húmeda o seca. El recorte puede realizarse manualmente o mediante el uso de equipos específicos de posprocesado, dependiendo del producto final deseado. Es fundamental manipular las flores con cuidado para evitar dañar los delicados tricomas, los tricomas que atesoran los cannabinoides.
Poscosecha y secado
Después de la cosecha, el proceso de poscosecha es crucial para preservar la calidad y la potencia del cannabis. Las técnicas adecuadas de secado, recorte y curado son esenciales para garantizar que las flores conserven lo máximo posible sus perfiles de cannabinoides y terpenos.
Proceso de secado
El primer paso es secar las flores cosechadas. Esto suele llevarse a cabo en una sala fresca y oscura, con baja humedad (50–60 %) y buena circulación de aire. La temperatura ideal para el secado es de alrededor de 18–21 °C, aunque existen diferentes metodologías o enfoques. Los cogollos deben colgarse boca abajo o colocarse en bandejas de secado para permitir la circulación de aire a su alrededor. El secado suele tardar entre 7 y 14 días, según las condiciones ambientales y la metodología de secado seleccionada.
Proceso de curado (opcional)
Una vez secadas, algunos productores tienden a aplicar procesos de curado del cannabis para mejorar su sabor y aroma, aunque se trata de un proceso opcional. El curado consiste en colocar las flores secas en recipientes herméticos, abriendo los recipientes con regularidad para permitir la entrada de aire fresco. Este proceso puede durar entre 2 y 4 semanas y ayuda a suavizar la aspereza del humo al tiempo que preserva la potencia. Esto suele estar más relacionado con la flor de cannabis medicinal para fumar como producto final en farmacias (clasificado como GMP Parte I).
Asesoramiento experto: Cómo puede ayudar Agropharm a su proyecto de cannabis
Nuestro equipo ofrece servicios de consultoría especializados que le guían a través de cada etapa del cultivo de cannabis, desde la propagación hasta la cosecha. Trabajamos estrechamente con productores e inversores de cannabis para diseñar y construir instalaciones de cultivo y posprocesado personalizadas que optimicen las condiciones para cada fase del ciclo de vida, mientras minimizan el consumo energético.
Nuestros servicios incluyen diseño de invernaderos e instalaciones indoor, sistemas de control climático, equipos de suministro de fertirrigación, optimización del flujo de trabajo y gestión de proyectos durante la fase de construcción de la instalación. Mediante la implementación de soluciones a medida, garantizamos que su instalación mantenga las condiciones ideales para maximizar el rendimiento del cultivo, la consistencia y la calidad. Tanto si está comenzando como si está ampliando su producción de cannabis, el asesoramiento experto y el enfoque práctico de Agropharm garantizan que su proyecto esté preparado para lograr el éxito a largo plazo.
Con nuestra experiencia en la industria y nuestro enfoque en prácticas sostenibles, Agropharm le ayuda a lograr un alto retorno de la inversión (ROI) mientras reduce los costos operativos. Asociarse con Agropharm significa contar con una oficina de ingeniería de confianza que comprende tanto la ciencia del cultivo como la economía de construir una operación de cannabis exitosa.