SECADO

El cannabis contiene alrededor del 80% de agua. En muchas aplicaciones, es necesario utilizar su flor en su forma seca, además, secar la planta previene el crecimiento de microorganismos y permite el almacenamiento a largo plazo mientras se mantiene la potencia, el sabor, las propiedades medicinales y la eficacia.

La humedad, la temperatura, la tasa de ventilación, el tiempo, la presencia de luz, el oxígeno y el calor son parámetros importantes a tener en cuenta. Un mal secado puede provocar la descarboxilación de cannabinoides ácidos y la pérdida de terpenos.

El secado puede hacerse al aire, al horno o en frío.

SECADO AL AIRE O SECADO COLGADO

Es la forma más antigua de secar las plantas de cannabis después de la cosecha y no requiere equipo específico. El secado lento consiste en colocar las plantas en una habitación con una temperatura entre 18-25ºC y una humedad entre 45-55%.

Inconvenientes:

  • La separación manual de hojas y tallos lleva mucho tiempo y es crucial, ya que las diferentes partes se secan a ritmos diferentes.
  • Eliminar la yema de los tallos puede producir un producto más brusco.
  • La gravedad hace que descienda el agua por la planta, provocando un secado más largo y desigual.

SECADO AL HORNO

Es un método más rápido y directo. Puede realizarse en una cámara de vacío, un desecador de vacío o un horno de secado con o sin circulación de aire. Un estudio demostró que el rendimiento de CBD y THC disminuía a medida que aumentaban las temperaturas y el tiempo de secado.

El secado rápido puede producir un producto más brusco. Además, las altas temperaturas y el secado excesivo pueden provocar la pérdida de componentes clave.

SECADO EN FRÍO

La liofilización se utiliza para obtener cannabis medicinal de alta calidad. Este método mantiene la planta de cannabis a temperaturas muy inferiores a las del aire o del horno, mientras que elimina el contenido de agua mediante sublimación en una cámara de vacío. Además, conserva los compuestos volátiles y la forma ácida de los cannabinoides.

La desventaja es el coste, requiere una intensa cantidad de energía para mantener tales temperaturas, vacío y un tiempo de funcionamiento prolongado.

CURADO

El curado permite el desarrollo del máximo sabor en la planta de cannabis. El curado puede reducir el olor fuerte y la sensación de ardor en la garganta, y aumentar la vida útil al minimizar el crecimiento de moho, aunque no existen suficientes investigaciones académicas.

Según un estudio, se cree que la mejor temperatura y humedad para el curado son 18ºC y 60% HR durante 14 días, y se sugiere mantener las flores recortadas en un bote durante hasta 4 semanas bajo oscuridad y abrirlo todos los días durante aproximadamente 6 horas. En esas circunstancias, las enzimas y las bacterias aeróbicas estarán en condiciones óptimas para descomponer los azúcares no deseados y degradar los minerales.

 

*NOTA: Nuestras informaciones están basadas en estudios científicos o divulgación, si estás pensando utilizar cannabis, por favor, consulta con un médico especialista.